La crisis económica por la covid-19 le da un hachazo al empleo de la mujer en Estados Unidos

| 28 mayo, 2020

Un estudio alerta de que de cada cien puestos de trabajo destruidos en la pandemia en abril, 55 estaban ocupados por mujeres frente a 45 por hombres

MANUEL RUIZ RICO. PÚBLICO.- Donald Trump declaró la emergencia nacional por la covid-19 en Estados Unidos el 13 de marzo y desde finales de ese mes la crisis económica desatada por la pandemia destruye una media de tres millones de puestos de trabajo cada semana. Unos 40 millones de estadounidenses han solicitado ya la prestación por desempleo. La cifra oficial de paro es del 14,7% (y subiendo como la espuma), la más elevada desde la Gran Depresión. Los economistas están cribando estas cifras para detectar qué otras realidades se esconden tras ese telón de fondo. Un estudio ha revelado que la destrucción de empleo fue en abril hasta diez puntos más elevada en el caso de las mujeres que de los hombres.

La investigación, del Instituto de Políticas Económicas, una organización progresista con sede en Washington, muestra que esto se está produciendo por dos factores: en primer lugar, hay sectores ocupados eminentemente por mujeres (por ejemplo, las guarderías o las limpiadoras del hogar) cuya actividad ha cesado completa o casi completamente durante la epidemia; por otro, lo que es más grave, que incluso en los sectores donde las mujeres representan menor porcentaje que los hombres en la masa laboral, ellas están perdiendo más su puesto de trabajo.

Esto último, a su vez, tiene que ver con la brecha de género: es más frecuente que los puestos elevados dentro de cada sector y los puestos considerados imprescindibles, como puestos de dirección o de gestión, estén ocupados por hombres.

«Las mujeres eran el 50% del empleo asalariado en febrero» pero un mes después «representaron el 58,8% de las pérdidas de trabajo»

Una de las autoras del estudio, Elise Gould, señala a Público que «los datos sobre el empleo asalariado del mes de marzo ya muestran que en la primera oleada de pérdida de empleo las mujeres fueron golpeadas más duramente que los hombres. Las mujeres eran el 50% del empleo asalariado en febrero, sin embargo, representaron el 58,8% de las pérdidas de trabajo un mes después».

Según destaca el estudio, «si la reclamación de la prestación por desempleo por parte de las mujeres hubiera seguido la proporción de género, ellas tendrían que haber supuesto un 45% de las nuevas peticiones de esa prestación», en vez del 58,8%.

Gould menciona también el efecto perverso que ha tenido el tercer y millonario paquete de ayudas para la pandemia acordado por el Congreso (de mayoría demócrata) y el Senado (republicano) y aprobado por la administración Trump a finales de marzo, la llamada Ley CARES, dotada con unos 2 billones de euros.

«Esta ley establece que cualquier persona que haya tenido que dejar su trabajo para cuidar de un miembro de su familia es considerada apta para recibir ayudas públicas», explica Gould, que concluye: «Puesto que los centros educativos han cerrado durante la pandemia, se está convirtiendo en norma habitual en las familias que sea la mujer, que suele tener un peor salario y posición laboral que el hombre, quien deje su trabajo para cuidar de los hijos en casa«.

El artículo revela que en marzo de todas las personas que perdieron su puesto de trabajo, el 41,2% fueron hombres mientras que el 58,8%, mujeres. «La información que hemos elaborado correspondiente al mes de abril», añade Gould, «no mejora mucho este desequilibrio: el 45,1% de quienes perdieron su empleo fueron hombres frente al 54,9%, mujeres, una diferencia de diez puntos porcentuales«.En el sector de los negocios y en el del comercio minorista las mujeres son menos de la mitad de los puestos de trabajo, sin embargo han sido más de la mitad de las pérdidas de empleos tanto en marzo como en abril

Por sectores, la situación más paradójica se da en el de los negocios y en el del comercio minorista. En ambos, las mujeres son menos de la mitad de los puestos de trabajo (45,9% frente al 54,1% en el primero y 49,5% frente al 50,5% en el segundo), sin embargo más de la mitad de las pérdidas de empleos tanto en marzo como en abril han sido del lado de la mujer. En marzo, en el primer sector el 76,6% de los empleos perdidos fueron de mujeres y en el segundo sector el 55,8%. En abril, estos porcentajes fueron del 51,9% en los negocios y 60,9% en el comercio minorista.

En cuanto a los hombres, por regla general pierden el empleo en un porcentaje menor que la representación que tienen en cada sector. Por ejemplo, en el sector del transporte, el 74,1% de los asalariados en febrero eran hombres, sin embargo en abril los hombres fueron el 60,4% de cuantos perdieron un empleo en este sector y en marzo el -46,9%, según el estudio, un porcentaje en negativo que implica, dice Gould, «que los hombres en este sector fueron más contratados que despedidos durante ese mes«.

En sectores dominados por la mujer, como la educación y los servicios sanitarios, también ellas salen perjudicadas. En dicho sector, las mujeres representaban en febrero el 77,4% de los contratos pero fueron el 82,9% de quienes perdieron su trabajo en abril.

La investigación del Instituto de Políticas Económicas critica que el gobierno de Estados Unidos aún no dispone de los datos oficiales a nivel federal y desagregados por sexo en cuando al desempleo que se está destruyendo en las semanas que llevamos de pandemia.

De este modo, el estudio ha trabajado con ciertos datos nacionales disponibles así como con datos oficiales de los Estados (hay once que tienen datos específicos sobre paro y género, entre ellos, Nueva York, Alabama, Oregón y Washington) y otros datos y estadísticas de elaboración propia.»Ni el gobierno federal ni ninguna de las dos cámaras está trabajando en implementar políticas o estrategias para paliar estos efectos en la mujer», critica  Gould

Gould también critica que «ni el gobierno federal ni ninguna de las dos cámaras está trabajando en implementar políticas o estrategias para paliar estos efectos en la mujer». Esas políticas serán imprescindibles para trabajar en la recuperación económica una vez que la pandemia de la covid-19 vaya siendo superada. Si no, se correrá el riesgo de que el mercado laboral esté cada vez más desequilibrado para con la mujer y la brecha y las disparidades de género sean cada vez mayores. La recisión de 2008 afectó más a los empleos típicamente ocupados por hombres, pero la crisis económica desatada por la covid-19 se está cebando con la mujer.

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