La ciudadanía vasca prefiere inmigrantes europeos y rechaza a los del Magreb

, | 25 enero, 2018

El Barómetro 2017 de Ikuspegi indica que con la salida de la crisis hay una mejoría en la actitud hacia los extranjeros

BEATRIZ SOTILLO. DEIA.- La opinión que la sociedad vasca tiene de los inmigrantes fluctúa en función de la situación económica y del clima de confianza en el futuro. Se trata, por tanto, de una percepción social utilitarista, que acepta mejor la convivencia con personas extranjeras si son útiles para la economía y el sistema productivo, pero que también tiene una clara preferencia por los inmigrantes de países europeos y recela de aquellos que tienen culturas y religiones diferentes.

Según el Barómetro 2017 sobre percepciones y actitudes hacia la población de origen extranjero que elabora Ikuspegi, durante el año pasado se ha consolidado “el escenario postcrisis de mejora de las actitudes hacia la inmigración” en Euskadi, con unos datos de aceptación muy similares a los del año 2016 y una gran distancia respecto a las opiniones expresadas durante los años más duros del periodo de recesión económica. Así, un 12,6% de la sociedad vasca considera que la inmigración es un problema para Euskadi, una cifra que empeora ligeramente los porcentajes de los últimos años pero que es inferior al 15,4% de 2010. Al mismo tiempo, la percepción de la inmigración como problema personal desciende del 8,5% de 2016 al 5,2% de 2017. “Este dato -destaca Ikuspegi- vuelve a incidir en la influencia de la coyuntura económica sobre las actitudes hacia la inmigración”.

El barómetro evidencia que existe una relación directa entre la inmigración preferida por la población vasca y el grado de simpatía o aversión hacia determinados países o zonas de procedencia. Los investigadores de Ikuspegi han preguntado por primera vez a los encuestados sobre sus preferencias en cuanto a la procedencia de los inmigrantes y el origen señalado como favorito en mayor medida es Europa Occidental (41,3%), seguido de Latinoamérica (26,9%) y de Estados Unidos y Canadá (21%). Se percibe también que el colectivo extranjero considerado más cercano cultural, política o socialmente goza de mayor grado de simpatía entre la población autóctona. En una escala de 0 a 10 -0 significa ninguna simpatía y 10 mucha-, las personas que gozan de una mayor simpatía son las procedentes de la Unión Europea (6,4) y Argentina (6,2), mientras que la menor simpatía se dirige hacia los colectivos procedentes del Magreb (4,3) y Rumanía (4,9).

Con el cruce de datos respecto a la inmigración preferida por la población vasca y el grado de simpatía que suscitan las distintas procedencias se pueden establecer tres grandes grupos de personas de origen extranjero: el primero está formado por las procedencias que mayor grado de simpatía suscitan y que también son los orígenes preferidos en caso de seguir llegando población inmigrante a Euskadi, en este grupo figura la población de Europa occidental y Latinoamérica;un segundo grupo intermedio está formado por las procedencias que suscitan un grado de simpatía medio y preferencia baja -África Subsahariana y Asia- , así como también Rumania;y, en el tercer grupo se incluye la población de origen magrebí, hacia la que los vascos muestran un grado de simpatía menor y una baja o casi nula preferencia para que sigan llegando. Ikuspegi concluye que “la población vasca muestra un mayor grado de simpatía hacia las procedencias que más se le asemejan” y “los colectivos que gozan de mayor simpatía concuerdan con aquellos que los autóctonos percibimos como más integrados”. Esto se concreta en que el menor grado de simpatía recae sobre las personas de origen pakistaní, rumano y magrebí.

PREJUICIOS Y RUMORESLos estereotipos y prejuicios hacia los extranjeros y, sobre todo hacia ciertas nacionalidades, guardan relación directa con la opinión que la población vasca tiene de los inmigrantes y el Barómetro constata que hay algunas ideas negativas muy extendidas -por ejemplo las que vinculan inmigración e inseguridad o inmigración y ayudas sociales- que resultan difíciles de combatir por su elevado arraigo social. Con respecto a los estereotipos negativos hacia los inmigrantes, Ikuspegi indica que “hay que tener en cuenta que, en muchas ocasiones, son la base sobre la que se articula el discurso social cotidiano en contra de la presencia de la inmigración en nuestras sociedades. Entre estos estereotipos están los relacionados con la protección social e impuestos, la seguridad ciudadana y los que se refieren a rasgos de personalidad”. Así, el 52,7% de los vascos cree que las personas inmigrantes se benefician del sistema de protección social, mientras que un 24,9% opina lo contrario, y el 37% opina que “las personas inmigrantes pagan menos impuestos de los que luego reciben”.

El cuestionario con el que se elabora el Barómetro también recoge opiniones y comentarios que se escuchan en la calle y que conforman estereotipos y prejuicios que tiene la sociedad vasca hacia la inmigración. Entre estos se encuentran: “las personas inmigrantes viven de las ayudas sociales”, “la inmigración aumenta el machismo y la violencia de género”, “las personas inmigrantes no se quieren integrar”, “el alumnado inmigrante baja el nivel educativo de las escuelas” y “las personas inmigrantes nos quitan el trabajo”. De estos estereotipos, los que más acuerdo suscitan entre la población vasca son: “las personas inmigrantes vive de las ayudas sociales” (44,6% de acuerdo) y “la inmigración aumenta el machismo y la violencia de género” (43,2%).

En cuanto a los rumores que los encuestados oyen en su barrio o municipio, el más extendido es el relacionado con la afirmación de que “los inmigrantes viven de las ayudas sociales y abusan de ellas”, ya que seis de cada diez personas -el 65,4%- declara que es el que más se oye. También es importante, aunque en menor medida, la presencia o difusión de otros rumores como que “nos quitan el trabajo” (34,8%), y “no se quieren integrar” (30,2%).

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