El Gobierno está a la espera de recibir la tramitación administrativa de cesión por parte del Ayuntamiento de Madrid. El Consistorio lamenta la espera pero critica que tengan que hacerlo con tanta prisa «cuando el gobierno debería haber abierto centros hace un año porque ya había niños durmiendo en la calle»
BELÉN SARRIÁ. EL PAÍS.- A la espera de la tramitación administrativa de cesión». Este es el estado en que se encuentra desde hace siete días la Residencia Nuestra Señora de la Paloma, ubicada en Cercedilla, donde supuestamente habían sido alojados al menos 200 refugiados.
Pero una vez más la burocracia ha frenado la política de asilo. Lo que el Ayuntamiento de Madrid ofreció al Gobierno central como solución inmediata, sigue en trámites administrativos. Así lo ha confirmado la Secretaría de Inmigraciones a 20minutos desde donde aseguran que «ninguno de los centros están operativos».
Una valoración que difiere de la que tuvo el propio Gobierno de Sánchez -responsable en la materia de migración- tras visitar las siete ubicaciones que el Consistorio de la capital le ofreció el pasado 18 de octubre para ayudar en esta crisis de asilo. «Puede entrar en funcionamiento de forma inminente para atender a estas personas», dijo el Gobierno central en relación a esta residencia.
Según relevan fuentes del área de Familias, Igualdad y Bienestar Social el emplazamiento está para usarse, pero éste se lo tiene que ceder a Cruz Roja, la entidad que el gobierno ha elegido para gestionar el centro. «Cuando nos pusimos a hablar con el Gobierno para ver cuál era el procedimiento legal que había que hacer nos pidieron esos papeles administrativos», explican.
Aunque el área de José Aniorte confía en que todos están colaborando con eficacia, critican que tengan que trabajar a contrarreloj. «Lamentamos que esto se tenga que hacer tan rápido cuando el gobierno debería haber abierto centros hace un año porque ya había niños durmiendo en la calle», apuntan.
El último documento de la entidad Cruz Roja llegó hace dos días. Aún debe ser ser aprobado y fiscalizado junto al resto de escritos, explica el Consistorio. En los próximos días, las administraciones esperan tener toda los papeles en regla. Y mientras tanto, los refugiados continúan durmiendo frente a las puertas del Samur Social.
