La acogida a 1.500 nuevos refugiados enfrenta a Merkel con sus socios

, | 16 septiembre, 2020

«La señal no debería ser que si un campo de refugiados está en llamas, todos vendrán a Europa», lamentó el jefe del grupo parlamentario de los cristianodemócratas, Ralph Brinkhaus

ROSALÍA SÁNCHEZ. ABC.– Cuando se cumplen cinco años de la crisis de los refugiados, la gran coalición alemana vuelve a responder a una crisis humanitaria con la apertura de fronteras, en este caso de forma limitada. La CDU de Merkel y el Partido Socialdemócrata han estado discutiendo el asunto durante el pasado fin de semana y, finalmente, el vicecanciller, Scholz, y el ministro de Interior, Seehofer, han acordado los detalles que deberá ratificar el consejo de ministros que se celebra hoy miércoles.

La postura de Seehofer es significativa, dado que sus críticas a Merkel en 2015 pusieron entonces contra las cuerdas a la canciller alemana. El partido antieuropeo y antiextranjeros Alternativa para Alemania (AfD, por sus siglas en alemán) sacó provecho electoral de aquella polémica, hasta convertirse en la primera fuerza de la oposición en el Bundestag. En esta ocasión, sin embargo, participa de forma activa en la decisión y desde su oficina se han filtrado los números. Alemania acogerá a 408 familias de varias islas griegas, un total de 1.552 personas, principalmente padres con dos hijos procedentes de Afganistán, Siria e Irak, que se suman a los 150 solicitantes de asilo menores de edad no acompañados que Seehofer anunció el viernes pasado que serían aceptados. A todos ellos, se les reconoce legalmente el derecho a la protección en Alemania, porque ya han pasado por el procedimiento de asilo griego.

El Partido Socialdemócrata (SPD), miembro también de la gran coalición, así como Los Verdes y Die Linke (La Izquierda), están de acuerdo con el plan. Lars Castellucci, portavoz de política migratoria del SPD, celebra que «es bueno que la CDU finalmente se mueva bajo nuestra presión. En una emergencia inmediata, se requiere una acción rápida. Nuestra posición sigue siendo que debemos ayudar en la medida en que los estados y municipios indiquen que están dispuestos». Castellucci pide públicamente el establecimiento de centros europeos de asilo y un mecanismo de distribución común. Espera que la propuesta de la Comisión Europea del 23 de septiembre contemple esta necesidad. La presidenta del SPD, Saskia Esken, se había mostrado anteriormente a favor de que Alemania acoja a varios miles de refugiados de Grecia.

Rechazo de los radicales

Abiertamente en contra, solamente AfD. Su líder en el Bundestag, Alexander Gauland, ironizó afirmando que «a partir de ahora, ya todos saben que si quieres ir a Alemania, solo tienes que prender fuego a tu propio campamento». Pero en las filas de la CDU de Merkel también se escuchan ciertas voces discordantes, comenzando por el jefe del grupo parlamentario, Ralph Brinkhaus, y terminando por el candidato a suceder a Merkel al frente del partido, Friedrich Merz.

«La señal no debería ser que si un campo de refugiados está en llamas, todos vendrán a Europa», declaró Brinkhaus, «no debe establecerse ningún precedente que dé lugar a otra afluencia de refugiados». «Además, no me gusta cómo se conduce la discusión», añadió, sugiriendo la necesidad de más debate interno antes de la toma de decisiones. Merz, por su parte, subrayó que «Grecia ni siquiera ha pedido todavía aceptar refugiados de Lesbos en la Unión Europea y distribuirlos a países individuales». «Aparte de Luxemburgo y Alemania, ningún otro Estado miembro de la UE está preparado para hacer esto en este momento. Por tanto, no tiene sentido seguir buscando una solución europea para la distribución, ni entrar en un debate en Alemania para determinar cuántos migrantes debemos acoger».

Merz también sugirió aportar medios para alojar dignamente a los refugiados allí, a través de la Cruz Roja y la THW, y abordar la opción ya discutida en el Parlamento Europeo de «usar cruceros fuera de servicio para alojamiento temporal en las fronteras exteriores de la UE. Estos barcos también podrían utilizarse para llevar a cabo el procedimiento de asilo».

Solución internacional

El Gobierno alemán sigue manteniendo la necesidad de una solución internacional y llama a una coalición de voluntarios europeos para una «contribución sustancial adicional» a las cifras de acogida acordadas por diez de los países miembros. La vecina Austria, sin embargo, está dispuesta a plantar oposición a esa demanda. El canciller, Sebastian Kurz, que gobierna en coalición con el partido verde, ha recordado que «Austria toma decisiones soberanas», respondiendo así a ciertas palabras de Merkel con las que la canciller alemana ha criticado la política austriaca.

En una reunión interna del «presídium» de la CDU, Merkel dijo a la directiva de su partido que el papel de Austria en la política europea de refugiados «no es bueno». Esa apreciación, filtrada por medios alemanes, provocó la reacción de Kurz, que considera que «ya se ha aceptado un número muy, muy elevado de refugiados» y que adelanta su negativa a participar en nuevas iniciativas humanitarias. «No seguiremos la ruta alemana en esto», dijo durante una visita a los cuarteles en la Baja Austria. «También asumo que muchos países europeos no seguirán este camino, de acoger a un gran número de refugiados de Grecia», bosquejó el frente opuesto a la iniciativa alemana.

Según Kurz, Austria es el tercer país más afectado de la UE por los movimientos migratorios y ha acogido al mayor número de niños después de Suecia. La república alpina ha concedido protección hasta ahora a 3.700 menores mediante una decisión positiva en el procedimiento de asilo. Como resultado, se enfrenta a grandes desafíos en el ámbito de la integración. Es importante «integrar a los primeros en lugar de aceptar constantemente nuevos», explicó el canciller Kurz.

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