Grecia pone en cuarentena un campo de refugiados por 20 casos de coronavirus

| 2 abril, 2020

Se trata del campo de Ritsona, cerca de Atenas, donde una mujer fue el primer caso de covid-19. Las autoridades realizarán pruebas a los más de 2.000 migrantes del centro

ADRIÀ ROCHA CUTILLER. EL PERIÓDICO.- Al menos 20 personas han dado positivo por coronavirus en el campo de refugiados griego de Ritsona, a unos 70 kilómetros al norte de Atenas. El primer caso en el recinto fue declarado este miércoles, cuando una mujer africana —que fue ingresada a un hospital para dar a luz— resultó tener covid-19. Esta madre fue la primera refugiada habitante de un campo de refugiados en dar positivo.

En un primer momento, las autoridades griegas apuntaron como una posibilidad que la mujer, que había sido ingresada el domingo, se contagiase en el mismo hospital. Pero para cerciorarse, mandaron un equipo sanitario a realizar tests a sus allegados y a la gente con la que la mujer había tenido contacto en el campo. Hasta la fecha, se han realizado cerca de 60 pruebas. 20 han resultado positivas.

Ritsona, que en la actualidad acoge cerca de 2.200 personas, por este brote, ha sido puesta en cuarentena durante 14 días; y las autoridades griegas han informado que se realizarán tests a todos sus habitantes. El gobierno griego, además, ha dicho que ninguno de los positivos, por el momento, parece grave, porque ninguno muestra los síntomas típicos de la enfermedad: fiebre, tos y dificultad respiratoria.

Este campo, sin embargo, es de los más cuidados de Grecia: sus habitantes no viven en tiendas de campaña insalubres —como sí que ocurre en las islas que están cerca de Turquía—, sino en contenedores acomodados para familias, con literas, baños, duchas y saneamiento.

Riesgos

No todo el mundo tiene tanta suerte. De los 118.000 solicitantes de asilo que ahora viven en Grecia, 42.000 están en las islas. De estos, casi la mitad —cerca de 20.000—, están hacinados en el campo de refugiados de Moria, en Lesbos, el mayor campo de Grecia y también, por supuesto, de Europa.

En este lugar, la gran mayoría de las personas no tienen casi acceso a agua potable, baños, electricidad ni duchas. Y los refugiados que viven en Moria tampoco pueden permitirse el distanciamiento social porque se ven obligados a construirse sus propias tiendas de campaña, pegadas una al lado de otra y separadas por callejuelas empinadas que se llenan de barro cuando llueve y de orín cuando no.

Grecia no ha cerrado el campo como piden las organizaciones de ayuda, sino que lo ha puesto en una cuarentena absoluta. Muchos piden más: “En Moria hay un baño para cada 200 personas y un grifo de agua potable para cada 1.300. Con estas condiciones, no hay un plan de gestión en caso de contagio, sino esperanza de que eso no ocurra”, ha dicho Médicos Sin Fronteras (MSF), que tiene una clínica en el campo, en un comunicado.

Así, hasta la fecha, Grecia tiene algo más de 1.400 positivos confirmados por coronavirus y 50 muertes, una cifra muy baja comparado con sus vecinos. “Abril determinará cómo será el futuro —ha dicho este jueves el primer ministro del país, Kyriakos Mitsotakis—. Todas las medidas tomadas hasta la fecha han traído unos resultados reservadamente optimistas. Si nos relajamos, pagaremos por ello”.

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