INFOBAE.- La agencia antidiscriminatoria de Alemania experimentó un fuerte aumento en la cantidad de informes de racismo que recibió el año pasado, y el jefe de la agencia instó a las autoridades a corregir las fallas institucionales que obstaculizan la lucha contra esos ataques.
Los números, publicados después de un fin de semana en el que decenas de miles de personas llenaron las calles de Europa en protesta por el movimiento Black Lives Matter, destacan cómo el racismo y la discriminación institucional distan mucho de ser exclusivos de Estados Unidos.
Según el informe anual de la agencia, publicado el martes, el número de denuncias de racismo que recibió la línea de asesoramiento aumentó un 10% en 2019 a 1.176.
En las quejas ante la agencia alemana, un peluquero describió a un cliente gritando un insulto racial en el salón para exigir el servicio de la persona que normalmente masajea su cabeza.
Un niño de escuela escribió: «Un niño insultó a mi hermano en la escuela porque tenía un color de piel oscuro. Luego, lo golpeó. La maestra vio todo pero no hizo nada».
Bernhard Franke, jefe de la agencia, dijo en una conferencia de prensa que la policía «no está tan libre de discriminación como a algunos de nosotros nos gustaría creer».
«Hemos visto 200 casos de perfiles raciales, de personas que han sido detenidas por la policía simplemente por su apariencia», dijo Franke.
Solo la mitad de los estados federales de Alemania habían creado sus propias agencias contra la discriminación, una deficiencia institucional que obstaculizó la lucha contra el racismo, destacó.
En parte debido a su historia de genocidio en la Segunda Guerra Mundial, Alemania ha estado en guardia contra la violencia neonazi, como un ataque con arma de fuego contra una sinagoga el año pasado, en el que murieron dos transeúntes. Otras formas de racismo han recibido menos atención.
