El Rey asegura que solo en democracia se defienden los derechos humanos y la libertad

| 14 noviembre, 2019

El Jefe del Estado pide, ante el presidente cubano, un proceso de cambio para la isla

MARIÁNGEL ALCÁZAR. LA VANGUARDIA.- Es en democracia como mejor se representan y se defienden los derechos humanos, la libertad y la dignidad de las personas y los intereses de nuestros ciudadanos”. Esas palabras resumen el mensaje que el Rey ha lanzado este miércoles en la cena que ha ofrecido al presidente de Cuba, Miguel Díaz Canel, en el palacio de los Capitanes Generales, donde no ha perdido la oportunidad para pedir cambios en la isla.

El Jefe del Estado ha ofrecido la experiencia española para, “sobre la base del respeto”, poder “acompañar el proceso de cambio en el que está inmersa Cuba”, destacando lo que supuso para España la Constitución de 1978 que se fundamentó en el pacto, la negociación, el consenso y la reconciliación. El presidente cubano, que ha aplaudido el discurso del Rey, contestó al mensaje afirmando que el régimen que preside está dirigido a conseguir el mayor bienestar para los ciudadanos que han elegido ese camino “por voluntad propia”.

En un discurso que ha durado más de veinte minutos, más largo de lo habitual, el Felipe VI ha comenzado reivindicando la historia común de los dos países, para pasar a abordar el núcleo de su mensaje afirmando es una lección de la historia que “la evolución, la adaptación y el cambio son inevitables”. El discurso del Rey ha sido el secreto mejor guardado durante todo el día y, al contrario que en otros viajes de Estado donde la diferencia horaria obligaba a facilitar con antelación las palabras del monarca a los medios de comunicación para garantizar su difusión en España, en esta ocasión ha habido que esperar a escucharlo en directo. Eran pasadas las 8 de la tarde (las dos de la madrugada en España) cuando el Rey ha lanzado el que, probablemente, ha sido el discurso más importante de cuantos ha pronunciado en sus visitas de Estado. No podía pasar por Cuba sin referirse a la necesidad de impulsar los cambios democráticos. Se esperaba ese mensaje y el Rey no ha defraudado.

“Nada queda congelado en el tiempo y que quien se resiste a su paso pierde la oportunidad de colaborar en el diseño del futuro”, ha dicho Felipe VI que también ha otorgado a los cubanos el derecho a tomar sus propias decisiones. “Cuál será ese futuro lo tiene que dilucidar el propio pueblo cubano. Los cambios no pueden ser impuestos, pero para tener éxito y traer consenso y bienestar deben representar la voluntad ciudadana.

En este punto, el Rey ha recalcado que “es necesaria la existencia de instituciones que representen a toda la realidad diversa y plural que existe de los ciudadanos y que estos puedan expresar por sí mismos sus preferencias” y encontrar en esa instituciones el respeto a sus derechos, incluida la “capacidad de expresar libremente sus ideas, la libertad de asociación o de reunión”.

El Rey también se ha referido a la situación que vive Cuba afirmando que en el mundo actual “ningún país puede permitirse vivir aislado y corresponde a las autoridades dar a los ciudadanos la oportunidad de viajar y recibir a gente de otros países”, en clara referencia a las restricciones a la libertad de movimiento que el régimen cubano impone a sus ciudadanos. También se ha referido el Jefe del Estado al derecho de los ciudadanos a acceder a nuevas tecnologías y a tener normas que permitan el pleno desarrollo de la creatividad en todos los ámbitos, desde la creación cultural a la generación de iniciativas empresariales.

El monarca también ha reivindicado el papel de las empresas españolas en el crecimiento económico de Cuba, destacando la labor que vienen realizando en la isla los empresarios españoles pese a tener que superar “enormes dificultades”.

Aunque, en principio no estaba previsto, el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, intervino en la cena y comenzó su mensaje con un canto a las relaciones históricas que unen a los dos países, para a continuación agradecer el apoyo de España ante las “injustas” sanciones de Estados Unidos. Tras escuchar y aplaudir el discurso del Rey, el presidente afirmó que la sociedad cubana se renueva, evoluciona y avanza preservando al mismo tiempo sus tradiciones y valores y defendiendo sus derechos.

“Nos guían principios claros de independencia y soberanía con la certeza de que es un camino”, elegido por los cubanos por “voluntad propia” está dirigido “hacia un mayor bienestar para nuestro pueblo”.

Al mismo tiempo, precisó que, para entender Cuba, sus sueños y lo que hacen es necesario comprender a todo lo que les condena el “injusto” bloqueo norteamericano, momento en el que agradeció el “claro y público respaldo de España contra las injustas sanciones y medidas coercitivas unilaterales con carácter extraterritorial impuestas a Cuba por el Gobierno de Estados Unidos y que tanto daño provocan a la economía y al comercio cubanos”. Díaz-Canel también resaltó que España haya asumido posiciones constructivas que han favorecido la relación de Cuba con la Unión Europea y que sea el principal socio comunitario de la isla y su inversor más relevante. Y, del mismo modo, ha reconocido el papel de los empresarios españoles, su compromiso y fidelidad y su intención de seguir fortaleciendo su presencia en las diversas ramas de la economía cubana. El presidente cubano, como también ha hecho el Rey, ha cerrado sus palabras con un brindis por prosperidad de ambos pueblos, así como por el fortalecimiento de los vínculos que les han unido durante siglos y les seguirán uniendo.

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