El partido euroescéptico alemán crece por el descontento con los refugiados

, , | 26 octubre, 2015

Mientras el partido de Merkel se hunde en las encuestas, los populistas no dejan de crecer con una oposición combinada al euro y a la inmigración

afd-alemaniaROSALÍA SÁNCHEZ. ABC.- «Ama al prójimo como a ti mismo, pero ¿nos estamos amando a nosotros mismos?» Este lema aparecía en varias pancartas de Alternativa para Alemania (AfD) , en la manifestación en la que este partido euroescéptico cercó la sede de Berlín de la CDU, el partido de la canciller Merkel. Protestaban contra la política de puertas abiertas a los refugiados del Fobierno alemán y pedían cerrar las fronteras. «Gracias Erdogan», se leía en un cartel gigante cuyos portadores gritaban repetidamente «¡Tarjeta roja para Merkel!».

«No somos la extrema derecha, lo que somos es la voz del sentido común. Estamos protestando contra el caos y contra la llegada ilimitada de refugiados», explicaba la peluquera Renate Wagner, llegada a Berlín expresamente para la manifestación y que se mostraba decidida a votar a AfD en las próximas generales. Según el último sondeo INSA de intención de voto, la CDU de Merkel se encuentra en su nivel más bajo de aceptación desde 2012 mientras que Alternativa para Alemania escala un punto más y se sitúa en el 8,5%, ampliamente por encima del 5% que requiere la ley electoral alemana para entrar en el Bundestag. «A los partidos establecidos, cada vez más irrelevantes socialmente, se les ha borrado la sonrisa», afirma Björn Höcke, diputado de AfD en el Parlamento de Turingia al valorar las encuestas.

Si las manifestaciones de AfD en la cosmopolita Berlín no son multitudinarias, las que convoca Höcke en Erfurt reúnen en cualquier convocatoria más de 5.000 personas. «El motivo está muy claro, hay demasiada gente en el barco y esto se hunde», explica Höcke sobre lo que mueve a los manifestantes:«El pueblo somos nosotros», insiste.

El vicepresidente del Partido Socialdemócrata alemán (SPD), Ralph Stegner, ha pedido públicamente que la Oficina Federal de Protección Constitucional vigile a este nuevo partido. «No veo gran diferencia entre las declaraciones que hace Höcke y las del NPD», justifica, refiriéndose al partido que durante décadas ha agrupado a la extrema derecha alemana. «Creo que podemos decir que el AfD constituye el brazo político de Pegida (el movimiento que convoca las más beligerantes marchas antiinmigración», considera Werner J. Patzelt, profesor de Sistemas Políticos de la Universidad de Dresde.

AfD nació en febrero de 2013, solo siete meses antes de las elecciones que dieron a Merkel su tercera victoria consecutiva. Surgió como rechazo a la política de rescates europeos y en del euro. Logró entonces el respaldo de dos millones de alemanes, pero quedó a tres décimas del 5%. Los comicios europeos, donde obtuvieron siete escaños, confirmaron su potencial, pero una vez superada la crisis del euro se quedaron sin discurso. Han zigzagueado en busca de votos protestando contra el Tratado de Libre Comercio entre EE.UU. y la UE o apoyando, por ejemplo, la independencia de Cataluña, pero ha sido la llegada de refugiados lo que ha reavivado su vigor.

Sinergias xenófobas
Christian Luth, su portavoz, resume que «AfD representa a todos aquellos a los que los otros partidos han dado la espalda» y evita relacionar al partido con el movimiento antiextranjeros Pegida. Es evidente que hay militantes de uno y otro movimiento que acuden a todas las manifestaciones, como el autor turco-alemán Akif Pirinçci, autor del libro «Alemania enloquecida: el culto equivocado a las mujeres, los homosexuales y los inmigrantes» y cuya mención en una intervención en Dresde a los «campos de concentración» ha llevado a la Fiscalía regional a abrir diligencias.

Para el profesor Patzelt, no hay duda de que el ascenso de AfD está directamente ligado al descenso de Merkel y a las dificultades que está suponiendo para el país la acogida masiva de los refugiados. Llama la atención además sobre el hecho de que «la mayor parte del electorado que apoya a Merkel en materia de refugiados son electores que jamás votarían a Merkel, mientras que el electorado conservador está buscando un partido a la derecha de Merkel al que poder votar en las próximas elecciones».

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