El ministro de finanzas israelí reconoce ser “homófobo y fascista”.

, | 17 enero, 2023

La Vanguardia/OFER LASZEWICKI RUBIN.- Betsalel Smotrich mostró en un audio filtrado su desdén hacia la comunidad LGTBI pero dice que no apedreará homosexuales.

No era ningún secreto que Betsalel Smotrich, líder de la coalición de extrema derecha Sionismo Religioso, repudia a los gais. El controvertido diputado, a quien el premier Beniamín Netanyahu puso al frente del Ministerio de Finanzas de Israel, afirmó en una conversación privada filtrada por el canal público Kan11 que “soy una persona de extrema derecha, homófoba, racista y fascista”. Instantes después, aclaró que “no apedrearé a homosexuales, ni ellos me obligarán a comer gambas”, dijo refiriéndose a la prohibición de comer marisco para quienes cumplen estrictamente las normas alimentarias judías.

Desde la comunidad LGTBI israelí, que presume de contar con Tel Aviv como bastión de las libertades y la tolerancia, mostraron de antemano su rechazo a los planes de Netanyahu de incluir figuras abiertamente homófobas en su coalición, considerada la más ultra en los 75 años de historia del país. Smotrich, procedente del ala dura de los colonos de Cisjordania, se sentó en el banquillo de los acusados en el 2006 por organizar una contramanifestación durante el Día del Orgullo Gay en Jerusalén. A lomos de cabras o burros, el ministro y sus seguidores denunciaron los «actos desviados” de las parejas del mismo sexo.

“¿Crees que a los sefardíes o tradicionalistas les preocupan los homosexuales? Les importa su abuela. Yo soy el único que no me iré con Ra’am (partido árabe). Protegeré el Gran Israel para sus nietos, y ellos me votarán”, afirmó, convencido de que sus postulados no repercutirían en el resultado electoral para su formación.

«Netanyahu es rehén de los extremistas racistas», afirma el ex primer ministro Yair Lapid
Tras el escándalo desatado por la revelación, su compañero de filas Simja Rotman trató de quitarle hierro al asunto, acusando a la prensa de sobredimensionar la polémica. “No tenemos ningún plan para actuar contra la comunidad LGTBI, es un tema que no preocupa a la gran mayoría del público israelí”.

Para el opositor centrista Yair Lapid, los pronunciamientos descarados de los radicales religiosos son una demostración de la pérdida de control de Bibi sobre sus socios de coalición, a quienes entregó un poder inédito a cambio de asegurarse su fiel apoyo. “La filtración nos recuerda que Netanyahu es rehén de los extremistas racistas. No va de izquierda o derecha, es una cuestión mayor: amor al prójimo u odio a otros humanos”, espetó el ex primer ministro.

“Ha’aguda”, oenegé en defensa de los derechos de los homosexuales, consideró que la “preocupación obsesiva de Smotrich con la comunidad LGTBI revela la verdad ante sus votantes. Los integrantes tradicionalistas de nuestra organización serán quienes nos defiendan cuando intenten lastimarnos”.

Smotrich mantuvo la charla con un empresario, aunque no está claro que ocurriera antes o después de los comicios del 1 de noviembre, en que la clara victoria del bloque de derechas permitió el retorno de Netanyahu al poder. Preguntado por las medidas concretas que tomaría contra los gais, replicó que a sus votantes les preocupan más sus duros postulados respecto al conflicto con los palestinos o el rechazo a la inclusión de formaciones árabes en el Gobierno. En anteriores comicios, el Likud tanteó el posible apoyo de la facción islamista Ra’am para lograr la mayoría parlamentaria.

La filtración se publicó mientras el actual gobierno estudia una reforma de las leyes antidiscriminatorias, que según sus detractores podría permitir que empresas privadas rechacen dar sus servicios a ciertos grupos sociales. La propuesta pretende “prevenir que se dañe a negocios que rechacen proveer sus productos por motivos religiosos, bajo la condición de que una alternativa al mismo servicio o producto esté disponible cerca”. Integrantes de Sionismo Religioso dieron su visto bueno a que hoteleros o doctores rechacen ofrecer sus servicios por motivos de fe.

Smotrich también ocupa un cargo especial en el Ministerio de Defensa, y pretende acaparar parte de las competencias del ejército israelí sobre la vida civil en Cisjordania. El ya ex comandante en jefe Aviv Kochavi, recién relevado en el cargo, alertó de que los planes del ministro radical podrían dañar las estructuras de mando de las fuerzas armadas.

Smotrich podrá nombrar a los generales al mando de la administración civil, que concede permisos de obras en las colonias judías y ordena demoliciones de estructuras palestinas. Para la oposición, su nombramiento avanzaría una “anexión de facto” de los territorios ocupados mediante una legalización masiva de asentamientos. En entrevistas a medios anglosajones, Beniamín Netanyahu garantiza que los derechos de las minorías no serán dañados durante su mandato.

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