Cuando el odio viaja en el vagón: las agresiones racistas en el metro de Nueva York aumentan, también hacia latinos

, , | 31 marzo, 2017

Los incidentes de odio en el transporte público neoyorquino se han disparado en el último año. Un ‘dreamer’ nos cuenta la agresión que sufrió y que lo llevó al hospital.

NICOLÁS HERNÁNDEZ CASTAÑEDA. UNIVISION NOTICIAS.- Maycon Martínez Cruz, un beneficiario de DACA de origen mexicano, tomó el metro en la estación Wall Street el pasado 8 de enero. Algo cansado después de su trabajo en un restaurante en Lower Manhattan, se sentó en un asiento y cerró los ojos.

Enseguida lo despertaron los gritos de un hombre: “Dame ese asiento cabrón hijo de puta”, le decía. Acto seguido, el atacante, un sujeto de raza negra que según el joven parecía borracho o drogado, lo golpeó con el mango del cuchillo en la cabeza, y siguió insultándolo: “Nos encargaremos de matarlos a todos y sacarlos de nuestro país».

“No podía moverme, estaba en shock”, cuenta a Univision Noticias este hispano de 26 años de edad, que enseguida empezó a sangrar y tuvo que ser atendido por sus heridas en el hospital Mount Sinai. «Pensé que ese hombre me iba a matar».

La historia de Martínez nos llegó a través de ‘ El reporte del odio‘, un proyecto que trata de documentar los crímenes de odio en Estados Unidos tras la elección presidencial. El suyo es uno de los tres testimonios que hemos recibido de agresiones verbales racistas a hispanos en el metro de esta ciudad.

Además de estos, en los últimos meses han salido a la luz varios casos virales de agresiones verbales e incidentes racistas en este medio de transporte.

Primero fue un grupo de pasajeros se organizó para borrar unas esvásticas pintadas en un vagón; luego, el de una mujer hispana que defendió a dos viajeros de aspecto «indio-musulmán» de una puertorriqueña que los estaba acosando; esta misma semana, un nuevo video mostraba un viajero amenazando de muerte a una pareja de extranjeros y gritándoles: «Donald Trump está en el poder».

Todas estas historias forman parte de una tendencia mayor.

La Comisión de Derechos Humanos de la ciudad de Nueva York ha contabilizado un aumento del 480% en las reclamaciones de acoso discriminatorio en el metro en el último año, según reportó The New York Times. Por su parte, en lo que va de año, la policía ha registrado 22 crímenes de odio en esta red de transporte: once se produjeron en estaciones de Manhattan, ocho en Brooklyn, dos en Queens y uno en El Bronx. Esto supondría un crecimiento del 340% respecto al mismo periodo del año pasado, cuando hubo solo cinco.

Las agresiones en el metro han hecho reaccionar al propio alcalde Bill DeBlasio, quien ha responsabilizado a la elección de Trump por el incremento de la intolerancia en el transporte público. «No hay duda de que este aumento repentino en los incidentes de sesgo está directamente relacionado con la odiosa retórica que escuchamos durante la campaña electoral», dijo a principios de este mismo mes.

Un metro diverso, reflejo de la ciudad

Si Nueva York es el mayor crisol de culturas del mundo, su diversidad racial viaja en metro. Según un estudio de 2012, el sistema de metro de la ciudad, que diariamente utilizan 5 millones personas, es el más diverso del país y transporta a un mayor porcentaje de minorías (hispanos, negros y asiáticos) que de blancos.

Los agresores que han protagonizado los recientes incidentes de odio en el subterráneo no pertenecen a grupos, pandillas o movimientos que promueven el odio, sino que son individuos que sienten la necesidad de atacar, según explicó en una comparecencia Joseph Fox, Jefe de tránsito del Departamento de Policía de Nueva York.

Sin embargo, eso no cambia las cosas para Martínez, que todavía hoy se recupera de las secuelas del asalto. “Si pudiera, me iría hoy mismo de Estados Unidos, pero no tengo a dónde llegar”, cuenta el joven. “Cuando te discriminan, algo en ti cambia», añade.

Maycon Cruz

Tras la agresión, el joven se mostró reticiente a acudir a la policía por temor a desvelar su estatus migratorio a los agent

es. Sin embargo, al final terminó siguiendo el consejo de los testigos del incidente, que le recomendaron denunciar. La policía revisó las cámaras de seguridad e interrogó a una pareja que viajaba en el vagón, pero no pudo reconocer fisicamente al agresor. El caso terminó archivado.

«Me dolió cuando me dijeron que estaba demasiado asustado para ir a la policía», dice Eric Buckvar, un abogado que socorrió a Martínez tras la agresión. «Fuera lo que fuera la ira de aquel hombre, sabía que podía descargarlo sobre alguien que tendría miedo de quejarse porque era un extraño en una tierra extraña“, añade. La falta de denuncias es un problema común entre inmigrantes indocumentados son víctimas del odio.

Si algo ha sacado en positivo Martínez del asalto ha sido precisamente la reacción de los viajeros que lo acompañaban: una pareja que acudió a su auxilio, otro hispano que le ayudó a traducir lo que decía y el propio Buckvar: “Nunca esperé que me ayudaran en el metro», dice. «Todavía quedan americanos que meten las manos al fuego por nosotros los hispanos».

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