Condenada la responsable de un colegio por discriminar al hijo de una pareja gay

| 25 febrero, 2017

La directora de admisiones del centro de Sevilla se negó a escolarizar al menor por la condición sexual de sus padres

MANUEL PLANELLES. ÁNGELES LUCAS. EL PAÍS.- El Juzgado de lo Penal número 3 de Sevilla ha condenado a dos años de inhabilitación a la directora de admisión de alumnos de un colegio privado y laico de Castilleja de la Cuesta (Sevilla) que, en 2011 y 2012, rechazó la matriculación de un menor cuyos padres son homosexuales. El director del centro educativo ha sido absuelto del mismo delito de discriminación al no encontrarse pruebas suficientes en su contra. La sentencia no es firme.

Cinco años han estado peleando en los tribunales Ricardo Lucas e Iván Vallejo hasta conseguir que se dicte una sentencia condenatoria. En 2011, cuando su hijo no estaba aún en edad de escolarización, se pusieron en contacto con el colegio privado Yago School, en Castilleja de la Cuesta, cerca de la ciudad de Sevilla. Se decantaron por este centro por su ideario; el colegio era laico.

En un primer correo electrónico se identificaron como familia homoparental. Y la respuesta que recibieron de la responsable de admisión, Maravillas Resa Rodríguez, fue que no había plazas. El intercambio de correos continuó hasta 2012, cuando se les volvió a señalar que no había sitio para el menor en el colegio. Sin embargo, la sentencia señala que sí había plazas disponibles en aquel momento. Para llegar a esa afirmación, la titular del juzgado encargado del caso parte de un informe de la inspección educativa.

Este informe de la Consejería de Educación concluía que, «en el proceso de escolarización en infantil de tres años, el menor de la familia Lucas Vallejo no ha tenido igualdad de trato». La inspección constató igualmente que sí había plazas disponibles cuando los padres preguntaron. Ese informe —unido a los correos electrónicos que se intercambiaron los padres y la directora de admisión— ha sido clave en la sentencia condenatoria. «Maravillas Resa Rodríguez había decidido no admitir al menor de edad, dada la condición homoparental de sus padres», concluye el Juzgado de lo Penal 3 de Sevilla en su sentencia, que puede ser recurrida ahora ante la Audiencia Provincial.

Dos años de inhabilitación

A Resa se le condena, por un delito de discriminación, a dos años de inhabilitación especial para la administración o dirección de centros educativos. Los padres y la fiscalía habían pedido que el director del centro, hermano de la responsable de admisiones, también fuera condenado. Pero la juez considera que no se puede «afirmar con la certeza y las garantías necesarias que dicho acusado tuviera participación en las decisiones que determinaron la exclusión del proceso selectivo del hijo de los denunciantes».

Para apuntalar el fallo, la titular del juzgado recuerda otro episodio vivido por esta familia durante el intento de escolarizar a su hijo. Los correos electrónicos en los que se identificaban como familia homoparental fueron enviados solo por Ricardo Lucas. Cuando recibieron las dos negativas, su pareja, Iván Vallejo, decidió llamar al colegio y pedir una cita, pero sin identificarse como el marido de Lucas. Y sí logró una respuesta positiva. «Únicamente consta que obtuvieron la posibilidad de realizar su entrevista con Maravillas Resa cuando dicha entrevista se solicitó por el otro denunciante, esto es, en la única ocasión en la que (…) no se presentó directamente como marido de Ricardo Lucas», señala la sentencia.

Yolanda Hervás, la abogada de los padres que ha llevado del caso desde el principio, muestra su «satisfacción» por el fallo. «Se ha demostrado que hubo un delito». Hervás aplaude la actitud de los padres y resalta lo raro de este tipo de sentencias por discriminación. «Este tipo de casos se suelen dejar pasar. ¿Quién se pone a denunciar y emplea cinco años?», plantea. Ricardo Lucas e Iván Vallejo lo han hecho y han conseguido que se demuestre que su hijo sufrió discriminación.

«ACTITUDES HOMÓFOBAS»

«Estamos muy satisfechos», señala Ricardo Lucas, el padre del menor, que ahora tiene siete años. «Se ha demostrado que hemos recibido un trato discriminatorio por ser una familia homoparental», añade. Ricardo y su pareja tienen tres hijos. «Somos muy felices y el único problema que tienen nuestros hijos son los comportamientos homófobos que lamentablemente siguen dándose en nuestra sociedad, como lo sucedido en ese colegio», señala Lucas. «Esperamos que esta sentencia siente las bases para que de una vez por todas cesen todas las actitudes homófobas en nuestro país».

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