Comida solo para españoles

, | 27 octubre, 2013

Los extremistas de España 2000 buscan el voto con el reparto gratuito de alimentos, ropa y libros de texto previa inscripción en una lista con el DNI.

España 2000, la extrema derecha que crece al calor de la crisis, tiene 5 concejales. Uno de ellos, Rafael Ripoll, es edil en Alcalá de Henares, un municipio «inundado de ratas y extranjeros de África y Asia»

comida-espanoles1--647x331FRANCISCO APAOLAZA. EL CORREO.- Cuando salen del supermercado de Alcalá de Henares después de la compra del viernes por la tarde, Juan Carlos y su mujer Mariví ponen un euro en la mano de un treintañero africano que pide limosna en la puerta. Después, dejan unas bolsas de garbanzos y lentejas en una mesa de recogida de alimentos. Él, directivo de banca de 42 años y padre de una hija, colabora con «comida para familias españolas», el lema que reza en el cartel. Juan Carlos no se puede imaginar que los alimentos que ha donado sean solo para españoles y no para inmigrantes, y que haya participado en una de las campañas sociales de España 2000, uno de los partidos de extrema derecha que han encontrado en la crisis económica un caldo de cultivo para difundir sus ideales a favor de un trato privilegiado para los nacionales y en contra de los de fuera. «La verdad es que en la necesidad no se debería discriminar a nadie. No me puedo creer que la política llegue hasta estos límites», se queja.

Es técnicamente imposible que el senegalés de la puerta del súper se haga con el bote de champú que deja una colegiala sobre la mesa de Españoles en Acción, la organización sin ánimo de lucro de España 2000 en Alcalá de Henares.

Para recibir el champú o cualquier otro artículo, los ciudadanos tienen que apuntarse en una lista y dejar su DNI y «los extranjeros no tienen DNI», aclara Rafael Ripoll, único concejal en el Ayuntamiento de esta localidad y vicepresidente nacional del partido. Las ayudas tienen nombre y apellidos. Susana, que está separada y recibe 426 euros del subsidio, es una de las que puede recoger comida, ropa o libros de texto. Ella colabora con Españoles en Acción y es una de las votantes que comulga con las ideas extremas del partido. Asegura que en Cáritas no le dieron nada. «Ella es una hija de España y España la ha abandonado, así que tenemos el deber de ayudarla», subraya Ripoll, que sostiene que lo que hacen es «atender las necesidades de gentes a la que no ayudan otras instituciones». Es decir, que se dedican «a cubrir un hueco», mientras que otros les acusan de romper la igualdad de trato a los ciudadanos y de discriminar en función de su origen, además de usar los repartos de alimentos como un cebo electoral. Ripoll promete que no es así y que se trata de una ayuda limpia.

4.500 votos

Como ocurre en otros países, la necesidad derivada de una crisis económica implacable está tensando el arco electoral por los extremos. Alcalá de Henares es una de las cinco localidades en las que España 2000, creada en 2002 como la unión de varias corrientes de la extrema derecha e inaugurada con la presencia de Jean-Marie Le Pen, obtuvo representación en las últimas municipales. Es la tercera ciudad de la Comunidad de Madrid (allí viven 200.000 personas). Recibieron 4.541 votos y se quedaron a 750 del segundo concejal. Son suyos otros cuatro ediles: dos en Silla (Valencia), otro en Dos Aguas (Valencia) y otro en Onda (Castellón). Uno de los dos de Silla fue detenido en 2005 en la Operación Panzer, el último gran golpe contra las redes neonazis. Según Ripoll, su compañero de filas Alejandro Serrador sigue sin una sentencia a día de hoy «porque a alguien en España le interesa. Está en el banquillo del juzgado y de los periódicos», dice. En la operación, entre diverso armamento, se le incautó un lanzagranadas.

En cada municipio en el que funcionan, ponen en marcha una organización de voluntarios (en la que trabajan los propios asesores del partido). La más grande se encuentra en Valencia, donde poseen un chalé en el que dan cobijo a españoles sin casa. Ese lugar se llama el Hogar Patriótico y lo cedió el presidente de España 2000, José Luis Roberto, apodado ‘El Cojo’. Resulta irónico que este abogado penalista valenciano, un histórico de la extrema derecha, trabajara hasta 2011 como secretario general técnico de ANELA, la asociación de propietarios de locales de alterne. En esos años, la presencia en los prostíbulos de inmigrantes ilegales (en ocasiones llevadas hasta allí por las mafias de trata de blancas), no suponían un obstáculo para que apareciera como uno de los pilares de la organización. Ripoll aclara que Roberto no ejercía más que un trabajo para un cliente, pero hasta hace poco, otra de sus empresas, Levantina de Seguridad, compartía sede y teléfono con ANELA. Hoy en día los números son distintos, pero los trabajadores confirman que la sede sigue siendo la misma.

– ¿Se consideran un partido de extrema derecha?

– Hemos abandonada esa batalla. Nos da igual cómo nos califiquen.

– Dicen ustedes que no son xenófobos.

– No lo somos. Es una cuestión de números. Hasta los botes salvavidas tienen límite de aforo.

Ripoll responde en el despacho del Ayuntamiento bajo un cartel enorme en el que se lee ‘Ni uno más’ y ‘Los españoles primero’. Asegura que no criminaliza a los inmigrantes, pero en 2009, en el local de su sede y delante de miembros de las juventudes de su partido (que por cierto lucen cruces celtas en algunos de sus logos, un símbolo prohibido en Alemania por su significación nazi), decía esto: «Nos encontramos en la pecina, en el lodo. Esta es la degeneración más absoluta de una ciudad castellana. Alcalá está inundada por ratas y por extranjeros de África y Asia que vienen a vivir de los que madrugamos. Si vamos a los barrios encontramos degeneración, drogas, prostitución… Encontramos la pecina. Va a ser muy difícil sacar a estos 50.000 inmigrantes».

En el programa de España 2000, figuran el fin de la corrupción, el trabajo (para los españoles), el proteccionismo económico, el nacionalismo español y la salida de la OTAN. Se reconocen populistas. También piden la «repatriación de los excedentes de inmigración». Recientemente, para oponerse a la construcción de una mezquita, utilizaron el argumento de que el templo suponía «un peligro para los niños»… por el aumento de vehículos en el barrio. Su lenguaje es esquivo.

– ¿Son incompatibles el islam y España?

– Sí. Uno de los estandartes de la gastronomía española es el jamón y el vino y ellos prohíben los dos. Además, está el trato a la mujer.

Repartir comida fue una de las estrategias de Amanecer Dorado para crear simpatías en Grecia. «Crearemos un nuevo Amanecer Dorado», dijo José Luis Roberto, ‘El Cojo’, en una entrevista con el polémico periodista de la BBC, Paul Mason.

– ¿Qué les distingue de ellos?

– Sus métodos son más de calle.

Los métodos del partido ultra de Nikolaos Mijaloliakos, con el 7% de los votos y 18 parlamentarios (seis de ellos imputados), incluyen, presuntamente, el asesinato a puñaladas del rapero Pavlos Fyssas y otras diez muertes más, así como ataques con explosivos y delitos financieros.

El discurso oficial de España 2000 insiste en que su actuación se desarrolla dentro del sistema democrático (aunque en un documento de propaganda fechado en enero reclaman unas reglas de juego «distintas a las de 1978») y conforme a la ley. El propio Ripoll asegura que antes militaba en Democracia Nacional, y que dejó aquel partido por su concepto sobre la «violencia gratuita»

¿Qué le parece el ataque a los diputados de CiU en la librería Blanquerna en Madrid?

– Un torpe error estratégico.

– ¿Eso no es violencia?

– Violencia es darle un puñetazo a alguien, o romperle la nariz, pero pegar cuatro gritos y tirar unos micrófonos…

Rafael Ripoll se confiesa en la órbita de Marine Le Pen, la heredera de su padre Jean Marie al mando del Frente Nacional francés (FN). La formación de extrema derecha, con un programa muy similar a España 2000, es la fuerza más votada del país en las encuestas a las elecciones europeas del mes de mayo. En Brignoles, un municipio de la Costa Azul de 15.000 habitantes donde se han repetido hace unos días las municipales de 2011 (que ganó el Partido Comunista), el FN acaba de cosechar el 53% de los votos.

De momento, en España esas cuotas de votos son impensables. Los partidos de extrema derecha suelen ser una coctelera de pequeñas formaciones atomizadas. Así es al menos hasta ahora. Recientemente, a España 2000 y a Plataforma Per Cataluña (67 concejales en municipios catalanes) se ha sumado una alianza ultra, una gran coalición de partidos extremistas. Se llama España en Marcha, se cree que podría estar detrás de la actuación en la librería Blanquerna y tiene una agenda de actos «de alto impacto» según el Movimiento contra la Intolerancia, que advierte de que «van a más». La forman Alianza Nacional ,Democracia Nacional, Nudo Patriota, La Falange y Movimiento Católico Español. «Juegan con la desesperanza y están enfocados a los ‘ni-nis’», aclara Esteban Ibarra, presidente del Movimiento contra la Intolerancia, que opina que si «los políticos siguen en su mensaje» y se mantiene el descrédito ante la ciudadanía, los resultados de esta coalición ultra «crecerán… y mucho».

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