Cataluña, a sus sanitarios ante el coronavirus: «La muerte en casa es la mejor opción»

| 1 abril, 2020

La Generalitat informa a sus equipos de emergencia cómo explicar que se deniegan curas intensivas

JORDI RIBALAYGUE / HECTOR MARÍN. EL MUNDO.- Nuevas evidencias de que, ante el colapsoCataluña limita la derivación a hospitales de los pacientes con menos probabilidades de sobrevivir. La Generalitat ha dado indicaciones a los trabajadores de ambulancias para justificar a las familias por qué se desecha el traslado de pacientes sospechosos de haber contraído coronavirus y con mal pronóstico por edad o enfermedades preexistentes.

En un protocolo dirigido al Servicio de Emergencias Médicas, la consejería de Salud sugiere «no hacer referencia a que no hay camas para todos como motivo para denegar las curas intensivas» y explicar que «la muerte en casa, en estos momentos, es la mejor opción», con cuidados paliativos.

La guía enumera recomendaciones para la «limitación del esfuerzo terapéutico para pacientes con sospecha de Covid-19 e insuficiencia respiratoria aguda». En ella, desaconseja usar ventilación mecánica invasiva para mayores de 80 años y las personas dependientes o con dolencias avanzadas.

En esos supuestos, indica que se «recibirá sólo oxigenoterapia con mascarilla» y se valorará suministrar medicación en caso de sensación de ahogo. La pauta delimita que se intube «como primera opción» únicamente a los no octogenarios sin afecciones o que estén controladas.

El documento alega que «hay que evitar ingresos en pacientes con escaso beneficio, ya sea por patologías respiratorias por el Covid-19 u otras que condicionen el estado crítico». Añade que «la edad es un criterio importante» para racionar la terapia más contundente, aunque matiza que «no debe ser nunca el único».

Por otra parte, postula que «el objetivo es salvar el número máximo de años de vida en los pacientes con posibilidades máximas de supervivencia».

«NUNCA HABÍAN EXISTIDO ESTAS ORIENTACIONES»

«Como no hay suficientes camas de intensivo y hospital, se canalizan prioridades», explica una enfermera que ha recibido las orientaciones. «Nunca habían existido. Antes nos llevábamos a un anciano sin autonomía al hospital y se le hacía todo, como si fuera a vivir 200 años. Ahora se valora la calidad del paciente para que el sistema no se colapse».

El protocolo propone persuadir de que la hospitalización se desestima como un «bien» para «evitar sufrimiento» sin abandonar al paciente. «No estamos decidiendo quién vive y quién muere, sólo quién puede beneficiarse más de tratamientos agresivos».

Plantea advertir de que las familias «no pueden acompañarlos en los últimos momentos» en muchos centros, por lo que defiende «asegurar el confort» en el domicilio. De no garantizarse, antepone trasladar infectados con deterioro previo «a un centro sociosanitario en vez de urgencias hospitalarias».

Estas nuevas recomendaciones se unen a las desveladas este martes por EL MUNDO, en las que la Generalitat abría la puerta a no derivar a hospitales a pacientes con «muy mal pronóstico» o «corta esperanza de vida», en los que se estimara que el tratamiento no iba a surtir efecto.

La consejera de Salud, Alba Vergés, justificó dichas recomendaciones porque, «en momentos de máxima tensión», «la intensidad de las terapias no tienen que ver con si se deriva a un hospital o no». «La mejor atención es la que necesita el paciente en función de su estado de salud», argumentó.

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