Castellón ‘escala’ en delitos de odio y marca su techo en 5 años

| 13 diciembre, 2020

Destacan las agresiones xenófobas, racistas y también por móvil ideológico

NÚRIA B. BIGNÉ. EL PERIÓDICO MEDITERRÁNEO.- A finales del mes de noviembre la brutal agresión a una joven transexual de 19 años en Barcelona conmocionó a la sociedad española. Las lesiones que un grupo de chicos le causaron en el rostro se viralizaron al compartir la víctima un vídeo, a través de sus redes sociales. Miles de mensajes de condena se sucedieron por todo el territorio nacional ante el auge de los delitos de odio. Un aumento al que no escapa Castellón, que el pasado año registró una veintena de casos, la cifra más alta de los últimos cinco años, según el balance anual del Ministerio del Interior.

La provincia, con una tasa de 3,4 delitos por cada 100.000 habitantes, ya supera a Sevilla, Zaragoza, Almería o las islas Baleares, entre otros territorios. Asimismo, rebasa también a Alicante –con una tasa de solo 1,4–, cuya población es tres veces superior a la de Castellón. Por lo que respecta al tipo de delitos de odio que destacan en la provincia, sobresalen los de tinte racista o xenófobo –seis casos– y los que responden a una cuestión ideológica –otros seis–. Estos han ido a más en los últimos años, en detrimento, por ejemplo, de la discriminación por discapacidad.

Los datos de Interior revelan que en Castellón se esclarecieron el pasado año nueve de los 20 hechos y se procedió a la detención o investigación de cinco personas.

A nivel nacional, destaca el caso de Cataluña, que lidera el ránking de delitos de odio con 514 en 2019 y que duplica a la segunda autonomía de la lista (Madrid tiene 258 hechos conocidos). La Comunitat Valenciana, con 144, ocupa el cuarto lugar.

Por lo que respecta a las provincias, aunque en número global destaca Barcelona (328), la mayor tasa de incidencia por cada 100.000 habitantes la tiene Girona, con 11,2 por los 86 delitos.

La crisis económica y migratoria, el auge de los partidos de ultraderecha –tanto en España, como en el resto del mundo– o el radicalismo en las redes sociales son algunas de las causas del aumento de los delitos de odio. «Es, fundamentalmente, un problema educativo. Hay que erradicar el odio de las aulas y formar en el respeto a la diversidad por encima de todo», indican fuentes policiales consultadas, que inciden en el papel que juega también internet en este tipo de delitos. «Detrás de un perfil de Twitter, Facebook o Instagram se ocultan muchas personas que insultan y humillan por cuestiones ideológicas, xenófobas o relacionadas con la condición sexual y que, además, tienen la posibilidad de hacerlo públicamente, llegando incluso a acosar», explican las mismas fuentes. Las autoridades recuerdan que presentar denuncia es muy importante para poder identificar a los autores de este tipo de hechos.

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