Boris Johnson niega que sus «metáforas bélicas » inciten a la violencia

, | 29 septiembre, 2019

El primer ministro planea usar el púlpito de Manchester, donde hoy se reúne el Partido Conservador, para defender su plan de culminar el Brexit el 31 de octubre, con acuerdo o sin acuerdo

CARLOS FRESNEDA. EL MUNDO.- Boris Johnson ha negado que su uso reiterado de «metáforas bélicas» para impulsar el Brexit sea una incitación a la violencia. En declaraciones a la BBC, el premier se defendió de las acusaciones vertidas contra él por su agresiva intervención de esta semana en el Parlamento, alegando que se ve a sí mismo como un «modelo de comedimiento» en el uso del lenguaje.

En la apertura de la conferencia del Partido Conservador en Manchester, bajo la consigna Get Brexit Done (Llevar a cabo el Brexit), Johnson ha ido sin embargo más allá. El premier ha rebautizado la ley para pedir una nueva extensión de tres meses de la salida de la UE, aprobada por el Parlamento, no ya como «la ley de rendición» sino como «la ley de la abyecta capitulación».

Lejos de moderar su tono, Johnson planea usar el púlpito de Manchester el algo así como una llamada a la armas (en sentido metafórico) para defender su plan de culminar el Brexit el 31 de octubre, con acuerdo o sin acuerdo.

Keir Starmer, portavoz del Brexit del Partido Laborista, ha denunciado en declaraciones a The Observer que la ofensiva del Primer Ministro obedece a «un plan orquestado para provocar la ira de los partidarios de la salida y crear disturbios civiles» (al estilo de los chalecos amarillos en Francia).

El ex fiscal general Dominic Grieve, recién expulsado del Partido Conservador por Johnson, ha advertido que el premier podría invocar en última instancia la Ley de Contigencias Civiles del 2004 y declarar una «emergencia nacional» si se producen disturbios callejeros, una posibilidad apuntada esta misma semana por algunos de sus colaboradores directos.

La situación ha llegado a tal extremo que el presidente de la Cámara de los Comunes, John Bercow, ha convocado una reunión especial con los líderes políticos el lunes para modear «el lenguaje inflamatorio» y la creciente acritud en Westminster. El mismo lunes, los partidos de oposición celebrarán un nuevo encuentro para decidir si impulsan una moción de censura contra Boris Johnson, tras el principio de acuerdo alcanzado entre laboristas y nacionalistas escoceses.

Johnson reiteró por su parte en la BBC su intención de culminar el Brexit en la fecha fijada y recalcó los «avances en la negociaciones» con Bruselas y su esperanza de llegar a un acuerdo. El negociador-jefe de la UE, Michel Barnier, ha recalcado entre tanto que la retórica usada por el premier esta semana -tras perder su batalla con el Tribunal Supremo y sufrir su séptima derrota consecutiva en el Parlamento- hace más difícil la posibilidad de in acuerdo.

Durante su intervención el miércoles, Boris Johnson dijo que culminar el Brexit era la mejor manera de «honrar la memoria» de Jo Cox (la diputada laborista asesinada por el ultraderechista Thomas Mair). Johnson descalificó como «patrañas» las amenazas de muerte recibidas por otra diputada laborista, Paula Sherriff.

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