Ataque a los temporeros africanos de Albalate de Cinca: «¡Habéis infectado a la gente!»

, | 16 julio, 2020

Los «aterrorizados» jornaleros que trabajan en la localidad oscenses tuvieron que ser protegidos este pasado miércoles por la Guardia Civil

FERRAN BARBER. PÚBLICO.- La Guardia Civil tuvo que intervenir ayer, miércoles, en la población oscense de Albalate de Cinca para proteger a los cerca de treinta temporeros africanos que han dado positivo en las pruebas PCR de posibles ataques racistas.

Los jornaleros afectados por el coronavirus fueron increpados por un individuo que, literalmente, se encaró con ellos y les reprochó de manera violenta con insultos haber sido los causantes del contagio de una mujer de la localidad.

Según un grupo de sindicalistas de la CNT que se desplazó ayer a la localidad para monitorizar la situación, los trabajadores africanos están aterrorizados porque sospechan que podrían ser víctimas de nuevas agresiones violentas si se extiende la idea de que ellos son los causantes del brote.

Varias plataformas como Fruita amb Justìcia Social llevan meses advirtiendo de que la crisis del coronavirus ha larvado también una infección de xenofobia, dentro de una sociedad que, a su juicio, está estructuralmente penetrada por el racismo. Temen, entre otras cosas, que una chispa como la de ayer pueda prender un linchamiento. Existen precedentes. Nadie ha olvidado pese a los 28 años transcurridos, que en esta misma zona -en la cercana población de Fraga- se produjo la noche del 26 de junio de 1992 uno de los ataques racistas más violentos registrados jamás en nuestro país. En aquella ocasión, entre 40 y 50 jóvenes, reunidos en un bar, se dirigieron a las barracas de un área conocida como la Pineda y golpearon brutalmente mientras dormían a un grupo de magrebíes. Quince fueron procesados por los hechos, y once más, por ocultación.

Hasta la fecha, son 29 los casos confirmados de coronavirus entre los trabajadores africanos de la fruta que ocupaban un asentamiento ilegal de Albalate de Cinca. Los temporeros contagiados fueron aislados el pasado fin de semana en los vestuarios del campo de fútbol, donde se han habilitado camas. Existen, al menos, otros tres jornaleros que han dado negativo en esas mismas pruebas, y que siguen ocupando la vieja nave donde, de acuerdo a la CNT, habían sido alojados en condiciones lamentables.

«Los agricultores que les contrataron conocen bien a los afectados, pero se han negado a dar la cara», indicaron ayer fuentes de esa organización anarcosindical. Los agentes de la Guardia Civil identificaron al individuo que protagonizó el ataque verbal, oriundo de la localidad, y mantuvieron bajo vigilancia el lugar donde se encuentran los africanos, en previsión de que el clima de hostilidad racista pueda ganar fuelle.

«Tenemos entendido que se han registrado también algunos casos más de covid-19 entre empleados de la envasadora y nos tememos que cunda el ejemplo de ese individuo y que otros culpen de lo acaecido a los africanos. Les acusan de haber contagiado a una mujer del pueblo a la que han tenido que trasladar al hospital. Es lamentable pero los agricultores no se han acercado hasta la fecha por las instalaciones donde se les ha aislado. Hemos estado con algunos de los chicos que siguen todavía en la vieja nave y están muertos de miedo. Impresiona verlos de ese modo», afirman los sindicalistas.

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