Antisemitismo en marcha en Alemania

, , | 23 agosto, 2020

Negacionistas del Holocausto aprovechan las manifestaciones anticoronavirus para expresarse en el espacio público del país

ANDREU JEREZ. EL PERIÓDICO.- «Las actuales protestas parecen haberse convertido en una colección de teóricos de la conspiración, negacionistas del Holocausto y antisemitas”, dijo el pasado mayo en una entrevista con la prensa alemana Felix Klein, actual comisionado para el antisemitismo del Gobierno federal alemán. “Esta agresividad, empujada por el miedo, es muy peligrosa. Los ataques de Halle y Hanau demostraron lo rápido que estas abstrusas ideas pueden convertirse en atentados mortales”, añadió entonces Klein, haciendo referencia a los dos últimos episodios de terrorismo ultraderechista y supremacista en Alemania que acabaron con la vida de 12 personas.

En el momento de esas declaraciones, Alemania llevaba apenas un par de semanas siendo escenario de las primeras marchas contras las restricciones sociales y económicas decididas por el Gobierno de Angela Merkel para frenar la pandemia. Las manifestaciones o concentraciones, en las que se daba una atípica alianza entre militantes de las más diversas teorías de la conspiración, ultraderechistas y diversos movimientos alternativos, siguieron creciendo.

‘Día de la libertad’

El pasado 1 de agosto, Alemania vivió la hasta el momento mayor de las manifestaciones negacionistas de la pandemia: cerca de 20.000 personas marcharon por el centro de Berlín para rechazar unas restricciones y unas medidas higiénicas contra la expansión del coronavirus que consideran exageradas e incluso innecesarias.

Bajo el lema ‘El fin de la pandemia. El día de la libertad’ se unieron ciudadanos movidos por diversas motivaciones: desde negacionistas de la crisis sanitaria generada por el coronavirus y ciudadanos descontentos con la gestión de la crisis sanitaria hasta militantes de diferentes movimientos conspiranóicos y esotéricos, pasando por ultraderechistas, neonazis y militantes del fenómeno ‘Reichsbürger’ –ultranacionalistas alemanes que ignoran la existencia de la República Federal fundada tras la Segunda Guerra Mundial y que aseguran que el desaparecido Imperio Alemán sigue existiendo legalmente–.

Un poso de descontento con las autoridades en general, con el Gobierno federal y especialmente con la figura de la cancillera Angela Merkel da alas a unas manifestaciones que han encontrado una nueva vía para expresar su malestar en las medidas restrictivas que, efectivamente, han limitado los derechos individuales en medio de la pandemia.

Ese mar de fondo social, que ya se proyectó con la llamada crisis de los refugiados en el 2015, también es aprovechado ahora para expresar sus posiciones en el espacio público por un movimiento habitualmente poco visible en Alemania: los negacionistas del Holocausto, un colectivo que lo tiene difícil ya que la banalización o la negación de los crímenes nacionalsocialistas están tipificadas como delito en el Código Penal del país –puede acarrear desde multas económicas hasta cinco años de cárcel en el peor de los casos–.

Estereotipos antisemistas

‘No vacunado’ es el lema que aparece enmarcado en una estrella de David estampada en la camiseta de algunos participantes en las marchas contra las medidas para frenar la pandemia en Alemania. Es la manera presuntamente sutil que utilizan aquellos que pretenden relativizar o incluso glorificar en público el intento nacionalsocialista de aniquilar al pueblo judío en la década de los años 30 y 40 del siglo pasado.

Autoridades y expertos en ultraderechismo alertan del intento de instrumentalización que hacen negacionistas del Holocausto en el actual contexto de protestas. La conexión entre estereotipos antisemitas y los eslóganes coreados por una parte de los manifestantes en marchas como la del pasado 1 de agosto se hace así cada vez más evidente. El negacionismo del Holocausto consigue así abandonar las redes sociales y los foros de internet –donde habitualmente se hace presente gracias a la protección que ofrece el anonimato– para pasar a mezclarse entre los miles de manifestantes en marchas más amplias que las habitualmente minoritarias concentraciones ultras y neonazis.

HISTÓRICO

Enlaces internacionales