20 detenidos en Rusia por la ley que prohíbe la propaganda de homosexuales

| 11 junio, 2013

El documento permitirá sancionar la información sobre “relaciones sexuales no tradicionales” dirigida a menores

Ley antilgtb rusiaPILAR BONET. EL PAIS.- «Diputados, proteged al pueblo de los degenerados». Se leía esta mañana en una de las pancartas frente a la Duma Estatal de Rusia (cámara baja del parlamento) donde hoy se aprueba la ley que prohíbe la propaganda de la homosexualidad entre los menores de edad. Partidarios y detractores (gais y lesbianas y grupos católicos) se han concentrado esta mañana frente al edificio para hacer sus reclamaciones a los políticos y la policía ha efectuado 20 detenciones. En otra pancarta había dos fotos, una de un desfile militar de soldados eslavos, todos con el mismo gesto marcial, y otra de un desfile de gais. «¿En qué desfile participarán nuestros hijos?», se preguntaba en el cartel. Dentro, en la Duma, no ha habido mucha discusión. La aprobación por la Duma, en apenas una hora, se da por descontada, ya que la ley cuenta con el apoyo del partido del Gobierno, Rusia Unida.

El proyecto, que eleva a rango estatal las prohibiciones ya vigentes en San Petersburgo y algunas otras regiones del país, ha cambiado su terminología y se refiere ahora a la propaganda de las “relaciones sexuales no tradicionales”, en lugar de la mención explícita a la propaganda homosexual. La ley, cuyo origen era un texto más escueto presentado por el Parlamento de Novosibirsk, fue aprobada en primera lectura el 25 de enero pasado. El documento debe después ser aprobado por la cámara alta (Consejo de la Federación) y firmado por el presidente.

Para la segunda y tercera lectura de la ley, el término “homosexualidad” ha sido sustituido por un concepto más amplio y más vago justamente para no hacer propaganda del mismo y, en su lugar, ha aparecido una formula con “más cabida”, según la jefa del Comité de Cuestiones de Familia, Mujeres y Niños de la Duma, Elena Mizúlina. Por su ambigüedad, el nuevo enunciado aumenta las posibilidades de una interpretación arbitraria a discreción de las autoridades. Es más, la ley hace equilibrios verbales de consecuencias inciertas, al establecer que su objeto es “defender a los niños de la información que hace propaganda de la negación de los valores familiares tradicionales”. “Ahora no vamos ni a poder informar de las realidades de la vida porque en cualquier momento nos pueden acusar de violar la ley”, manifestaba una maestra refiriéndose a sus propias dificultades para alertar a sus alumnos sobre las complejidades humanas. “Una parte de mis alumnos llegan con una actitud llena de prejuicios y despreciativa contra las minorías sexuales. Tengo miedo a que me denuncien, si les explico cómo es la vida”, señalaba.

El documento se inscribe en una serie de leyes restrictivas que cultivan precisamente la ambigüedad, desde la que obliga a las Organizaciones No Gubernamentales con actividades políticas a inscribirse como “agentes del extranjero” (espías), a la que regula los mítines y manifestaciones públicas, pasando por la que castiga las “ofensas a los sentimientos religiosos”. En el caso de las ONG no se aclara qué se entiende por actividades políticas y los fiscales ponen la etiqueta de “agentes del extranjero” a centros sociológicos, grupos ecológicos y organizaciones de control electoral. En el caso de la propaganda de las “relaciones no tradicionales”, si el texto de la ley se interpreta al pie de la letra se podría llegar a situaciones bastante absurdas, ya que la expresión “valores familiares tradicionales» podría dar pie a intervenir contra quienes por ejemplo nieguen la familia tradicional musulmana y la poligamia, señalaba una periodista rusa. La nueva redacción del documento es “mucho peor que la redacción aprobada en primera lectura”, señalaba Igor Kochetkov, presidente de la red de gais y lesbianas LGBT.

La nueva legislación supone enmiendas en el código de infracciones administrativas que permitirán sancionar a quienes difundan información para formar en los menores “orientaciones sexuales no tradicionales”, o para “presentar como atractivas las relaciones sexuales no tradicionales”. También podrán ser sancionados quienes se dediquen a difundir “la idea tergiversada de que las orientaciones sexuales tradicionales y no tradicionales tienen igual valor social” y quienes “impongan información sobre las relaciones sexuales no tradicionales que provoque el interés por esas relaciones”. Por todos estos conceptos se podrán imponer multas de 4000 a 5000 (alrededor de 100 euros) rublos a los sujetos físicos y multas de 40.000 a 50.000 rublos a las personas con cargos y multas de hasta 1 millón de rublos o suspensión de actividades durante 90 días a las entidades jurídicas.

Los órganos del Ministerio del Interior, es decir la policía, serán los encargados de poner multas y sanciones, previa decisión judicial, según la diputada Mizúlina, la cual ha subrayado que no se prohíbe la propaganda de la homosexualidad en general entre los adultos y en los clubes especiales.

Escribe Marina Ozera en el periódico Moskovkski Komsomolets que el motivo por el cual la ley se aprueba el mismo día en segunda y tercera lectura es para evitar que ambos colectivos se peleen en dos ocasiones.

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